Es lamentable que algunos padres tomen decisiones cuestionables respecto al bienestar de sus hijos. Colocar aretes a un recién nacido puede ser un tema delicado, ya que involucra aspectos de salud, cultura y preferencias personales. Es importante recordar que cualquier modificación en el cuerpo de un bebé debe realizarse considerando su seguridad, higiene y el consentimiento informado de los responsables. La salud y bienestar del menor siempre deben ser prioridad.
